Al oriente de la localidad, se encuentra Villa Huaquén, un sector característico por su tranquilidad y, además por la fabricación de artesanías y floricultura. En los años 50, este lugar fue el sector escogido por la artista textil Sheila Hicks para instalar uno de sus talleres, con réplica en México y Sudáfrica.
Distintos lugares son dignos de la fascinación de los visitantes, ya sea el Puquén (una apertura de la roca en la Reserva Puquén que, ante el oleaje, deja salir un chorro a alta presión que asemeja el ejercicio de una ballena), las rocas negras (roqueríos que pueden encontrarse al final de la playa, de un color característico) y los magníficos roqueríos del sector norte de la localidad, tan afectados por el viento y la marea, que han formado cortes de gran precisión en la roca, creando un precioso paisaje al atardecer.